Sé lo que es vivir con inseguridad. Desde pequeña, sentí que el mundo era demasiado grande y que yo era demasiado pequeña para enfrentarlo. Esa sensación de no ser suficiente, de dudar de cada decisión y de necesitar la aprobación de los demás, me ha acompañado en diferentes momentos de mi vida.

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Recuerdo cómo esa inseguridad me llevó a aceptar relaciones que no me hacían bien. Me quedaba donde no debía estar, aguantaba lo que no debía aguantar, porque tenía miedo de estar sola o de no encontrar algo mejor. También me llevó a dejar pasar oportunidades increíbles por el simple hecho de no sentirme capaz o de pensar: “¿Y si fracaso?”.

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La ansiedad era una compañera constante, esa voz en mi cabeza que me decía: “No lo lograrás”. Las dudas sobre mí misma eran tan fuertes que, a veces, prefería no intentarlo antes que enfrentar el miedo a fallar.

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Por eso estudié psicología. Quería entender qué me pasaba, por qué me sentía así, y sobre todo, cómo cambiarlo. En el proceso descubrí que no estaba sola, que muchas mujeres cargan con ese miedo y esa falta de confianza.

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He aprendido que la inseguridad no tiene que definirnos. Hoy, aunque sigo trabajando en mí misma, he descubierto herramientas para transformar esos miedos en confianza. He aprendido a escuchar mis emociones sin dejar que me paralicen, a establecer límites y a reconocer mi valor.

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Si te identificas con esto, quiero que sepas algo: no hay nada malo en ti. No eres débil ni estás sola. Este es un camino que podemos recorrer juntas. Sé cómo se siente estar ahí y también sé que es posible salir adelante, enfrentar el miedo y construir la vida que realmente deseas. Aquí estoy para acompañarte.